Y
así fue, llegó un día en que las Diosas desaparecieron de la faz de la Tierra,
fueron despojadas, arrancadas de sus lugares, borrados sus mitos….y entonces
llegaron los Dioses con el bastón de la razón y del conocimiento, sustituyendo
la creación femenina a través justo de la razón….
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La Venus de Willendorf |
Este paso de Diosas a Dioses me llega muy
dentro y me lleva directamente al momento que viví junto con la abuela
Margarita el junio del año pasado, en el que desde sus entrañas nos contaba
cómo se ha manipulado la historia del Génesis, de Eva y Adán, como se trata a
Eva como un demonio, como se tergiversa la historia, para que el hombre parezca
el manipulado por la mujer, el seducido e imposible de resistir ante el cuerpo
maquiavélico y perverso de Eva….Contaba con lágrimas en los ojos y con un dolor
desgarrador…. cómo a Eva se le había negado el conocimiento que es lo que simboliza
el árbol de la vida, se le culpa a Eva de esta expulsión porque ella pecó, lo
que ha machado nuestro cuerpo toda la vida….De ahí la necesidad de limpiarlo
con la figura de María, la Virgen, una especie de limpieza relacionada con la
suciedad del cuerpo femenino…Siempre adoptando, María, una posición de
sumisión, de resignación y de no deseo carnal…Y ese el principio del fin para
el matriarcado…el patriarcado con su Dios Todopoderoso lo inundó todo con su
control y entonces la Diosa cayó.
La expulsión del paraíso - Masaccio
Lloraba la Abuela Margarita por
Eva, porque todas somos Eva…
La vergüenza de un cuerpo
heredado por los siglos…
Y la mujer se tapó el cuerpo
hasta hoy…
Y entonces en mí
hubo un antes y un después….Entendí que aquella historia no sólo era una
leyenda sino que detrás había mucho
dolor y dominación del patriarcado sobre la mujer. Y que mejor forma de dominar
a alguien que ultrajando su cuerpo, hacerle sentir vergüenza de él, de algo tan
físico y real…Sin cuerpo no somos nada….
Y
entonces la Gran Diosa cayó al fondo del lago, olvidada, ultrajada, despojada…..únicamente
la Luna con su reflejo llegaba a acariciarla para que se mantuviera con vida….El
Dios de la razón ocupó el centro del cielo, simbolizado por el Sol, y desde
entonces la Gran Diosa espera a ser despertada para reflotar, para volver a
ocupar su lugar…
Aún me duelen las células, aún siento esa
vergüenza en mi cuerpo y lamento tanto
haberme olvidado de la Diosa, haber adorado a un Dios que no me representa….Haber
olvidado la Diosa que me une con la Naturaleza, con la Creación, con la
Generación de Vida, con la Fertilidad…
Y el
patriarcado con sus Dioses masculinos se apropió de la Tierra y del cuerpo de
la mujer, arrasándolo y devastándolo, poniéndole precio, mercantilizándolo,
capitalizándolo…y desde entonces la mujer yace dormida con sus Diosas, latentes
energías que esperan ser despertadas....deseosas de ocupar su lugar…
La creación de Adán - Miguel Ángel (Capilla Sixtina)
Y la abuela Margarita se limpió las lágrimas,
con la esperanza en el brillo de sus ojos de que algún día la Diosa regrese,
que se produzca el despertar femenino y que la mujer se iguale al hombre, para
lo que necesita que el hombre se nivele con la mujer, para que juntxs cambien
el paradigma de dominación masculina.
Desde aquel día mi herida cerrada durante
toda mi vida se abrió, me di cuenta de los cuentos chinos que nos cuentan, de
los mensajes ocultos que intuía pero que no quería ver. Me quité la venda de
los ojos y desde entonces no ceso en despertar a mi Diosa, la siento en mí.
Porque para mí la Diosa simboliza el poder de las mujeres, el poder que todas
tenemos dentro, de crear, de materializar, de ser, de hablar, de expresar, de
estar en nuestro lugar, de amar nuestro cuerpo, de decidir….
Nunca como hasta ahora la madre tierra,
compuesta de la misma materia que la Gran Diosa, había sido tan maltratada,
claro que para ello, el patriarcado precisaba arrancarle el alma (el gran espíritu)
y así podría devastar a sus anchas. Lo mismo se ha hecho con el cuerpo de la
mujer, que está conformado de la misma materia que la Madre Tierra, despojado
de su espiritualidad femenina, desacralizado….es más fácil devastar un cuerpo
inerte.
Porque
si nos despojan de nuestra unión con la naturaleza las mujeres no somos nada….
Porque
si nos suprimen nuestro poder sobre nuestra fertilidad sea en el plano que sea
las mujeres nos volvemos estériles…
Porque
si nos roban nuestro cuerpo para someterlo al servicio del patriarcado dejamos
de existir como mujeres para ser cuerpos inhabitados.
Así
siento el despojo del paraíso de la Gran Diosa
Como
una desconexión con la esencia de la mujer, un arrebatamiento de su poder
interno, de su poder físico, de su poder generador, de su poder creador, de su
poder sostenedor, de su poder de la palabra, de su poder sobre sí misma y sobre
su cuerpo…
Invisibilizar todo lo que respecta a la mujer
es un terrorismo silencioso… Se avasalla, critica, juzga, ningunea, explota
nuestro cuerpo y el de la Madre Tierra…Se invisibiliza o peor aún, dependiendo
de la cultura, se ve como algo sucio, todo lo que tiene que ver con la
fisiología femenina, como es nuestro juego hermoso de hormonas, nuestra sangre,
nuestro cuerpo, nuestras gestaciones, nuestros abortos, nuestras maternidades, nuestro
sexo, nuestra sexualidad…
De ahí la necesidad de visibilizar nuestra
sangre, de sacralizar nuestro cuerpo, de hablar alto sobre abusos, sobre violaciones,
vejaciones…de no callar sobre nuestros abortos, de no ceder el poder sobre
nuestros cuerpos y sobre nuestros partos, ni sobre nuestras crianzas….Y ahí
justo el Dios patriarcal empezará a tambalearse en su trono…
El
Dios masculino tiene miedo…se siente atacado porque la Diosa está despertando,
muy lentamente pero sin pausa…y entonces acusa con el dedo de brujería, de
santería, de superchería como hacía antaño….Y mientras la Diosa llora por sus
hijas… como lo hacía la abuela Margarita…con esperanza en el cambio…
María Macías