El "bellismo" es una palabra de invención propia con la que quiero hacer alusión a la fragrante imposición que se ciñe sobre las mujeres en especial, aunque también ahora sobre los hombres, de tener que ser bellas por que sí. Además no hay espacio para que cada persona cree su propia idea de belleza, su propia identidad sobre su corporalidad si no que hay establecidos unos cánones rígidos y estrictos que todas debemos cumplir para sentirnos integradas en la sociedad, para sentirnos mujeres amadas, deseadas, exitosas, admiradas....y bla bla bla bla bla.
Pues miren, hoy vuelve mi mujer rebelde y salvaje, y dice que no me da la real gana pasar por el aro. No voy a pasarme la vida viviendo para llegar a un listón que no me interesa porque no me parece ni tan si quiera bello. Un ideal de belleza que denigra a la mujer, que no le da aire para ser creado, para ir cambiando, para ir adaptándose...Un ideal que no concuerda con el 99.9% de las mujeres. Un ideal que no hace si no aumentar la insatisfacción de las mujeres con su propio cuerpo y fomentar el odio al mismo. Un ideal tan dañino que vende la extrema delgadez y la eterna juventud como el único lugar estanco al que debiéramos aspirar. Un ideal que atenta contra la dignidad de la mujer exponiendo cuerpos troceados, cuerpos dislocados, cuerpos inertes, cuerpos sin alma... Caras sin vida, sin expresión....
Digo alto que NO AL BELLISMO:
No porque atenta contra mi dignidad como persona y como mujer.
No porque impone a la fuerza un canon de belleza que no es real.
No porque me hace sentir insatisfacción permanente.
No porque asocia bellismo con éxito.
No porque es una belleza de plástico.
No porque hay tantos tipos de belleza como personas hay en la faz de la tierra.
No porque fomentan mujeres dedicadas en cuerpo y alma a reproducir un ideal que no va con nosotras y que nos hace sentir permanentemente carentes.
No porque cosifica.
No porque solo permite la uniformidad.
No porque machaca cuerpos que no cumplen las condiciones.
No porque es exclusivo y no incluye las diferencias.
No porque daña autoestimas y hiere corazones.
No porque representa a una mujer débil, sumisa, disponible, joven, dispuesta...
No porque me hace odiar mi cuerpo.
No porque es estanco, caduco y ya huele.
No porque no da cabida a todos los cuerpos, porque discrimina, porque aparta, porque aísla.
Ya es tiempo de decir BASTA.
Las mujeres sabemos y queremos crear nuestra propia belleza corporal y facial. No queremos entrar en un canon o en una talla que no nos respeta y que no nos valora como personas. No nos representa, no somos nosotras.
Vivan los cuerpos reales y auténticos.
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