Un día como hoy es un día en el que la revolución rebrota por nuestras entrañas hacia fuera.
Ahora
vivimos en un mundo difícil, complejo, muy estratificado, especializado,
globalizado, en el que está muy escondido aquel contra el que tenemos que
dirigir nuestras luchas y reivindicaciones. Hay dispersión, no conocemos al
león contra el que dirigir nuestras acciones y protestas.
Además,
estamos silenciadas con las leyes “que supuestamente nos asisten”. Estas leyes
venden que las mujeres tenemos todos los derechos, incluso más que los hombres.
Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. Estas leyes nos convierten
en víctimas y en sujetos pasivos. Lo más grave es que con estas legislaciones
nos hacen creer que ya tenemos todos los derechos conseguidos, ¿qué más podemos
pedir a un Estado que nos “protege” legalmente más que a los hombres?
Lo
cierto es que en el mundo, las mujeres somos oprimidas a diario, seguimos
siendo víctimas de malos tratos, de violaciones y abusos sexuales, somos
tratadas como objetos en nuestras sociedades e incluso en los medios de
comunicación, cosificadas como si mercancía de adorno se tratara….Esto nos
ataca directamente en la autoestima y dignidad, lo que hace que caigamos en
este diabólico juego de cosificación tratando de llegar a ideales de belleza
imposibles de conseguir porque ni las mismas modelos lo consiguen.
Estamos
asistiendo a la destrucción de la mujer para convertirla en un guiñapo, siendo
atacada su identidad corporal, haciéndole sentir incapaz de llegar al canon de
belleza establecido, y que se supone que sólo puede aspirar a eso a lucirse
para con los hombres, porque es lo único para lo que ha venido a este mundo. Esto
provoca odio hacia nuestros cuerpos, hacia nuestras carnes, hacia nuestras
vísceras. Precisamente eso se pretende que seamos nosotras mismas las que
ataquemos a diario nuestras propia identidad.
¿Qué
somos las mujeres? ¿Qué queremos ser a partir de ahora?
Recuperemos
nuestra identidad y sobre todo nuestra libertad para ejercer nuestra feminidad.
Feminismo es mucho más que luchar por nuestros derechos, es luchar por nuestra
identidad, nuestra dignidad, nuestras ideas, nuestros sueños, nuestras
creaciones y nuestro amor hacia nosotras mismas. Nunca la mujer ha estado tan
silenciada teniendo tantas posibilidades de hablar como ahora.
Y
se lo debemos a todas esas mujeres que ya no están, que se dejaron la piel y la
sangre en la lucha y en la revolución
contra lo establecido por el poder, por el patriarcado que iba contra la
naturaleza y la esencia de la mujer que no es otra que la esencia de la Madre
Tierra.
Por
todas estas grandes mujeres, por nosotras mismas, por nuestras hijas, por
nuestras nietas y también por los grandes hombres y nuestros hijos y los hijos
de sus hijos, tenemos que mantenernos firmes contra todo aquello que atente
contra nuestra naturaleza femenina.
Porque
hoy en día necesitamos más que nunca que lo femenino hable, que lo femenino se
manifieste y se materialice. No nos podemos permitir permanecer calladas,
siendo víctimas, siendo objetos, siendo cosas….Tenemos que tomar las riendas de
nuestra vida. Luchar por nuestra libertad que es un valor que está ahí al
alcance de nuestra mano. Nadie nos la va entregar si no somos nosotras las que
nos entregamos a ella.
Libres,
con identidad, fuerza y dignidad junto con nuestros compañeros, podremos hacer
de este mundo un lugar mejor, un lugar con más amor y menos odio.
que nuestra, VUESTRA, reivindicación parta siempre del corazón que une, para que se haga VISIBLE, el respeto y gozo del FEMENINO, que se derritan las mentes frías y estériles, dañadas hace milenios por el acero de la razón sin amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pablo. <3
ResponderEliminarME HA ENCANTADO TU ESCRITO,VEO QUE NO ESTOY SOLA,YO SI HE TENIDO UN PRECIOSO CUERPO GRACIAS A MATARLO DE HAMBRE, YO SI HE TENIDO UNA PRECIOSA INTELIGENCIA, SIEMPRE CAMUFLADA PARA QUE NO LA VIERAN LOS HOMBRES, ERA MUY MOLESTO TENER EN EL EQUIPO UNA MUJER, PERO SI ENCIMA ERA EN MUCHOS CASOS DE MAYOR INTELIGENCIA, MI IBA AL PARO.TODA ESA REPRESIÓN SOLO ME LLEVÓ A UN SITIO, A LA ENFERMEDAD. AHORA NO SOY PRECIOSA , NO PUEDO DISFRUTAR MI INTELIGENCIA, SOLO VIVO EN UNA CONTRADICCIÓN , QUERER UN CAMBIO CON EL QUE NO PUEDO LUCHAR. DESEO UN MUNDO CON EL LUGAR DE RESPETO MERECIDO DE LA MUJER. AMO SER MUJER, AMO MI MESTRUACIÓN,PERO SOBRE TODO AMO SER LIBRE. UN ABRAZO
ResponderEliminarHola Raquel:
ResponderEliminarSon bellas las palabras con las que terminas tu mensaje. También to deseo un lugar donde la mujer sea respetada y amada. Un primer paso es amarnos a nosotras misma, valorarnos y ejercer nuestra libertad.
Entiendo perfectamente lo que cuentas en tu testimonio. Una mujer inteligente y hermosa es una explosión de colores y asusta mucho. Aunque creo que lo que más asusta es una mujer libre y salvaje que despliega todo su poder interno, eso sí que es belleza.
Eres bella por dentro y por fuera sólo tienes que conectar con tu poder interno.
Un fuerte abrazo,