martes, 26 de marzo de 2013

Tierra = cuerpo

El cuerpo y la Tierra son lo mismo, están compuestos por los mismos elementos:
 
- El agua, además de ser nuestros fluídos, también son nuestras emociones.
- El aire, además del oxígeno y dióxido de carbono de nuestros pulmones también son nuestros pensamientos.
- El fuego, además del calor de nuestro cuerpo, también es nuestro aliento, motivaciones, pasión...el motor de nuestra vida.
- La tierra, además de nuestros huesos, músculos, piel, uñas, cabello, órgamos...también son nuestros actos, comportamiento, nuestras solidez y raíces.
 
Si nos sintiésemos unidxs a la Tierra, nuestra relación con nuestro cuerpo sería totalmente diferente, no viviríamos separadxs, nos consideraríamos parte de ella. Esta visión dual no nos permite estar a gusto con nosotrxs mismxs. ¿Quién no ha sentido en su piel la necesidad imperiosa de vivir en medio de la naturaleza? ¿Quién no ha deseado dormir bajo la luz de la Luna o contemplar las estrellas tumbado en la arena de una playa? ¿Quién no ha soñado con bailar rodeadx de árboles, pisando la tierra, danzando al ritmo del latido de la Madre Tierra? ¿Quién no ha mojado sus pies en charcos y ha retado las normas chapoteando? ¿Quién no ha gozado sintiendo el agua de lluvia mojando y purificando su cuerpo?.....
 
¿Por qué pasa esto? Porque necesitamos los cuatro elementos en nuestro cuerpo, sentir la tierra en nuestros pies descalzos, el agua en nuestro cuerpo, el Sol en nuestra piel y el aire puro en nuestros pulmones. La conexión con la naturaleza está viva en nosotrxs por eso sentimos esa pulsión de huir corriendo hacia al bosque, la montaña, el mar, los ríos....Porque todo en nuestro cuerpo es naturaleza viva. Cuanto más tiempo dedicamos a los aparatos electrónicos más infelices somos, nuestra conexión con la Tierra, con lo vivo es menor y nuestra esencia se pierde.
 
 
Cuanto más desconectadxs estamos de la naturaleza más desconectadxs estamos de nuestros cuerpos, porque en esencia son lo mismo.
 
Es importante pararnos a observar qué trato le damos a nuestro cuerpo, pues es similar al que le damos a la Tierra. Se nos enseña a poseer a la Tierra, a tratarla como si fuera un lugar a explotar, de la que extraer recursos, creemos que está a nuestro servicio. Si no ponemos consciencia y atención, este trato se vendrá en contra nuestra. Además igual que tratamos a la Tierra tratamos a nuestro cuerpo. Se supone que la Tierra es nuestra madre que nos da vida, nos acoge, nos contiene, nos nutre, nos alimenta, nos acuna....y a cambio ¿qué le damos? Vivimos apartadxs de ella, como si estuviera separada de nosotrxs. Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo, que nos sostiene, nos lleva, nos trae, nos permite sentir, ser, estar....Sin embargo ¿qué trato le damos? ¿qué creencias tenemos sobre él? ¿cómo nos relacionamos con él? ¿qué mensajes le enviamos?... 
 
De ahí que el trabajo empiece por regresar a nuestro cuerpo, conectar con él, escucharlo atentamente, tiene muchos mensajes que darnos...
 

La mujer se ha pasado siglos viviendo en un cuerpo de escaparate, un cuerpo con el que dar gusto a otros. Esto hace que la mujer no tenga una buena relación con su cuerpo. Vivimos separadas de nuestro cuerpo, nos disociamos de él, esto justo hace que no lo vivamos plenamente, que no lo gocemos y disfrutemos, que no lo aceptemos. ¿Cómo aceptar un cuerpo que adornamos y adulteramos para contentar a otros? ¿Cómo aceptar un cuerpo que se ornamenta para entrar en un cánon que no es el nuestro? ¿Cómo amar un cuerpo del que vivimos desprendidas? ¿Cómo honrar a un cuerpo separado, apartado y aislado?
 
 
Nuestro cuerpo lleva años siendo cosificado, poseído, torturado, reprimido, violentado, abusado, despreciado..... El mismo trato recibe la Tierra. Empecemos a amar nuestro cuerpo, viviendo en él, habitándolo porque sólo de esta manera lograremos reconciliarnos, tener una relación sana de amor, cuidado y atención.
 
No nos dejemos llevar por las tendencias "tendenciosas" en las que no encajamos porque justamente no somos nosotras, nuestro cuerpo es hermoso y bello como es. Un cuerpo no es sólo estéticamente hermoso, tiene muchos más atributos. Y necesita que lo reconozcamos, que lo cuidemos, que lo tengamos en consideración. Luego nos extrañamos que enferme, que esté cansado y extenuado ¿acaso ponemos atención a lo que nos susurra al oído, a lo que siente, a lo que necesita....?¿conocemos sus ciclos? ¿sabemos cuánta sabiduría hay oculta esperando a salir?....¿A qué esperamos para amar a nuestro cuerpo? Ahora es un buen momento para empezar, es tan agradecido que enseguida nos corresponde.
  
 
Si amamos nuestro cuerpo amamos a nuestra Tierra, honrando al primero honramos al segundo y viceversa.
 
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lunes, 18 de marzo de 2013

Soy una mujer con endometriosis...

Acabo de ver el documental de Documentos TV sobre Endometriosis y no atino a explicar cómo se ha quedado  mi cuerpo aún estoy haciendo la digestión...Me he emocionado y he llorado en varias ocasiones en las que me he visto reflejada y en las que no también. Se me ha removido todo por dentro y más aún después del fin de semana de taller intenso en el que me he reencontrado con mi cuerpo de mujer.
 
Lo he dicho en varias ocasiones y siempre que sale el tema a colación lo expreso sin ningún problema, sin embargo quiero hacer una declaración sin tapujos  a voz en grito porque quiero que el mundo entero lo sepa y por si quedan dudas que se disipen:

SOY UNA MUJER CON ENDOMETRIOSIS. Hace dos años me comunicaron el diagnóstico. Me lo dijeron así como quien si de cualquier cosa se tratase: "Tienes endometriosis". Se me quedó cara de panoli porque no tenía ni idea en qué consistía: "¿Debería saberlo?". Le pedí más información a la ginecóloga que me explicó lo que era. Lo más impactante fue la palabra: "crónica". Y pensé "¿De por vida con esto?"....Recuerdo que no me quedé satisfecha con las explicaciones, faltaba algo, sentía un vacío, como que algo no me contaban, no sabían o daban por supuesto.... "¿Pero qué era?" A día de hoy no lo sé....Lo que sí sé es que el mensaje que me llegaba era algo así como: "Es una cosa más de las muchas que sufrimos las mujeres" "No tiene importancia"...."Perdona, sí tiene importancia". Después de todo tuve suerte porque me diagnosticaron en seis meses y el tratamiento, aunque no acaba de convencerme, no ha ido del todo mal. Aún así recuerdo haber vivido meses de gran confusión, me sentía perdida en un desierto dando voces y nadie me escuchaba, con mis sangrados abundantes, mis retrasos, mis bailes hormonales, mis mareas emocionales, mis dolores, mis miedos.....¿Y no es importante?
  
 

Me he sentido sumamente identificada con las mujeres que salen en el documental, sin embargo creo que no se termina de reflejar la situación que vivimos de incomprensión, confusión, pérdida de control sobre el cuerpo, sobre los ciclos, sobre tus relaciones de pareja, sobre tu vida...Es algo que va más allá de lo físico y el dolor es un reflejo de cómo se siente tu alma. Al menos hablo por mí.  Quiero destacar sobre todo la indiferencia del exterior que se recibe por parte de la mujer con endometriosis en lo que al dolor se refiere. Cuando digo que me duele es que me duele. No estoy loca, ni me lo estoy inventando, ni quiero llamar la atención....Duele, duele y duele. Prueba a clavarte unas agujas de gran tamaño en la pelvis....pues así duele....
 
Es lastimoso ver cómo se ignora esta enfermedad, no se conoce nada de ella, y menos aún sus orígenes. Tengo dudas acerca de sí se quiere llegar a conocer. Como se dice en el documental no se puede sacar rendimiento económico porque no existe la pastillita mágica para vender. Además es una enfermedad de mujeres, supongo que aquí nos meterán en el cajón de sastre subtitulado "cosas de mujeres". Y lo peor de todo es que al existir esta invisibilidad de la enfermedad te sientes como una loca incomprendida.
 
Creo que es cruel que se invisibilice, que no se le de la importancia que se merece y que no se estudien las verdaderas causas de la misma. Es un atentado contra las mujeres que tarden años en diagnosticarla, que te dejen sola en el camino, que no se le de importancia, que te hagan sentir como una persona quejica y quejosa....Nooooo!!!! Es asunto de todxs porque lo que atañe a unxs atañe a todxs. 
 
Lo cierto es que es una enfermedad, a mí me cuesta aún creer que la padezco, y que va en aumento. Por ello, creo que es muy importante tomar conciencia de este aspecto, pues hay muchas mujeres que no llevan una vida normal y placentera debido a esto. Nos hace desconectarnos de nuestro cuerpo y de nuestro ciclo y nos hace sentir muy incomprendidas. Y si el número va en aumento, vamos a necesitar muchas dosis de comprensión, de mimo, de conexión con nuestro cuerpo y con nuestras menstruaciones.
 
He de confesar que en mi caso la endometriosis es como una amiga que me ha venido a entregar un regalo:UN CAMINO DE AUTODESCUBRIMIENTO DE MI ESENCIA DE MUJER, DE  RECONCILIACIÓN CON MI CICLO, CON MI CUERPO, CON MI SABIDURÍA Y MI PODER INTERNOS. Esto suena muy bonito y pudiera parecer que estoy en el culmen del camino. No es así, avanzo en una espiral,  poco a poco. El camino del autoconocimiento es infinito, o ilimitado, se expande no tiene ni principio ni fin, a veces te encuentras dando vueltas en un sentido, otro día de repente te das la vuelta y giras en sentido contrario, otras estás estancada y no te mueves, en otras ocasiones corres y galopas....
 
El camino de cada una es único, especial y hermoso. No existe un único camino y tampoco existe unx gurú que te de la receta mágica para la curación. Creo por mi experiencia que la curación pasa por coger el poder interno, la responsabilidad de mi vida, empoderarme, hacerme cargo de mi persona, buscar mis alternativas....Buscar dentro de mí y amarme mucho. También fuera eligiendo personas que te comprendan, que te den amorcito del bueno.
 
Sobre el documental quiero aclarar ciertos temas:
 
1.- No todas las mujeres con endometriosis sufren los mismos síntomas y de la misma manera.
2.- No todas las endometriosis requieren intervención quirúrgica, eso depende del avance y grado de la enfermedad en el cuerpo.
3.- Tener endometriosis no implica ser infértil.
4.- Endometriosis no siempre es igual a dolor.
5.- La endometriosis no es cáncer.
 
 
Si bien es cierto que muchas mujeres que padecen endometriosis sufren insoportables dolores, esto no le ocurre a otras, pues la enfermedad afecta a cada una de manera diferente. Puedes tener una endometriosis severa y no dolor y viceversa. Tampoco tener endometriosis implica que no puedas tener hijos. Si bien muchas mujeres que con endometriosis les cuesta concebir, muchísimas otras conciben de manera natural.  Por eso es importante conocerse, conocer los ciclos, saber qué síntomas tengo, si varían o no....y si noto algo extraño mirármelo, al menos hacerle caso, algo me está diciendo.
 

 
Hay muchas opciones para suavizar los síntomas de la endometriosis y aunque siempre hay que estar asesorada médicamente (al menos en mi caso) - creo que cada una tiene la libertad absoluta para decidir cómo gestionarse a sí misma y eso es precisamente empoderarse - es conveniente acudir a otras alternativas: en mi caso me ha servido muchísimo el yoga,  la danza del vientre, la acupuntura, la medicina ayurvédica, la meditación.... pero sobre todo me ha ayudado: el hecho de descubrir mis ciclos y conectarme a ellos, recuperar el amor a mi cuerpo, conocer mis emociones, contar mi situación, amarme mucho, confiar en mí, en mi cuerpo, en mi intuición, recuperar mi sabiduría corporal, cultivar la fortaleza, hacerme responsable de mi vida y no la víctima,  rodearme de personas que me aman sanamente, conectar con mi creatividad, ....... y más que vendrán porque seguiré buscando en mí.
 
 
Sería precioso que compartieséis vuestras experiencias y crear una red de mujeres en las que apoyarnos y abandonar la soledad de nuestra vivencia en silencio.
 
Mucho amor a todas.
 
 



domingo, 10 de marzo de 2013

Amo mi cuerpo


Llevo tiempo observando el ataque que he ejercido contra mi cuerpo. También el que han ejercido lxs demás.

Vivimos en el cuerpo como si de un campo de batalla se tratase. No lo aceptamos.

Estamos continuamente renegando de él y aún así nos responde.

Imagino el potencial que tendría si lo amásemos profunda e incondicionalmente.

El cuerpo es nuestro templo y no sabemos habitarlo.

Me apena el hecho de que mi cuerpo y el vuestro se haya convertido en un lugar en el que se puede depositar todo tipo de comentarios normalmente negativos y de suprema exigencia.

Nunca está lo suficientemente hermoso, nunca está lo suficientemente cuidado, nunca está lo suficientemente delgado…

Nooooo, a mí ya no me engañan más. Yo amo y respeto a mi cuerpo. Es hermoso y perfecto tal y como es. Pero lo más importante es que si amo a mi cuerpo, amo a la habitante que hay en él. Puedo conectar con ella, no hay tantas malezas de por medio.

Noooo, a mí ya no me engañan más. No toleraré más ataques contra mi cuerpo, seré firme y asertiva. Me defenderé como loba salvaje que soy. Porque mi cuerpo es hermoso como es, me lo da todo a cambio de nada.

Nooooo, a mí ya no me engañan más, no soportaré más juicios sobre mi cuerpo, porque nadie tiene derecho a criticar y tratar de destruir la imagen y el amor que tengo hacia mi cuerpo. Mi cuerpo es mío, ¿acaso yo juzgo el tuyo?

Nooooo, a mí no me engañan más, sé perfectamente que no seré más feliz porque esté más delgada, eso se acabó. La felicidad se cultiva desde el alma y con gran amor hacia el cuerpo. No más odio ni más castigo hacia mi hermoso vehículo.

Nooooo, a mí ya no me engañan más. No tenderé hacia un ideal imposible de conseguir porque el ideal me lo marco yo  misma. No quiero ser oveja de mente hueca, si no que quiero ser loba de corazón salvaje y libre.

Nooooo, a mí ya no me engañan más. Mi cuerpo es mío, es mi hermoso jardín, que me lo da todo a cambio de tan poco. No condicionaré mi felicidad a un potencial cuerpo inexistente e imposible de conseguir porque se que mi cuerpo es hermoso, es bello, es perfecto tal y como es y si lo amo todo irá bien dentro de mi piel.

Noooooo, a mí ya no me engañan más. No supeditaré mi imagen corporal a las opiniones ajenas, noooo, porque esas opiniones están intoxicadas y corrompidas por un canon de belleza que se cree absoluto y verdadero. Prefiero y elijo ser yo con mi cuerpo, prefiero y elijo amar mi cuerpo.

Nooooo, a mí no me engañan más, porque no tengo que esperar a alcanzar la belleza que venden para poder sentirme capaz de hacer cosas, ahora soy bella y perfecta y puedo hacer todo lo que me proponga. Tengo el poder. Soy mujer empoderada.

Nooooo, a mí ya no me engañan más, todo ese odio hacia mi cuerpo se acabó, ahora es amor, porque mi cuerpo se lo merece, porque siempre está ahí conmigo y siempre me acompaña donde quiera que voy, cómo quiera que me sienta, con quien quiera que esté….

Nooooo, a mí no me engañan más, amo mi cuerpo, sus ciclos, la sangre que me renueva cada mes, amo sus fluidos, su fluir, sus mareas, sus cambios, porque me da la oportunidad de renacer una y otra vez.

Noooooo, a mí no me engañan más. Mi cuerpo es sexual no sexuado, disfruto con el néctar que me proporciona el placer. Amo mis pechos, mi vagina, mi clítoris, mi útero, mis manos, mis piernas, mis dedos, mi pelo…..hasta mis uñas.

 
Se acabó la dictadura sobre los cuerpos porque con ello nos anulan por dentro, desaparece nuestro vínculo con nuestro ser interno.

Ahora me amaré por como soy y por lo que soy. No por lo que quieren que sea.

No más dictadura, llegó la democracia a mi cuerpo, o mejor la anarquía, una anarquía circular, espiral, cíclica.

Amo mi cuerpo. Lo habito a cada segundo y así vuelvo a casa.
 
Siempre.

viernes, 8 de marzo de 2013

Día de la Mujer - La voz de las mujeres


Un día como hoy es un día  en el que la revolución rebrota por nuestras entrañas hacia fuera.

Ahora vivimos en un mundo difícil, complejo, muy estratificado, especializado, globalizado, en el que está muy escondido aquel contra el que tenemos que dirigir nuestras luchas y reivindicaciones. Hay dispersión, no conocemos al león contra el que dirigir nuestras acciones y protestas.

Además, estamos silenciadas con las leyes “que supuestamente nos asisten”. Estas leyes venden que las mujeres tenemos todos los derechos, incluso más que los hombres. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. Estas leyes nos convierten en víctimas y en sujetos pasivos. Lo más grave es que con estas legislaciones nos hacen creer que ya tenemos todos los derechos conseguidos, ¿qué más podemos pedir a un Estado que nos “protege” legalmente más que a los hombres?

Lo cierto es que en el mundo, las mujeres somos oprimidas a diario, seguimos siendo víctimas de malos tratos, de violaciones y abusos sexuales, somos tratadas como objetos en nuestras sociedades e incluso en los medios de comunicación, cosificadas como si mercancía de adorno se tratara….Esto nos ataca directamente en la autoestima y dignidad, lo que hace que caigamos en este diabólico juego de cosificación tratando de llegar a ideales de belleza imposibles de conseguir porque ni las mismas modelos lo consiguen.

Estamos asistiendo a la destrucción de la mujer para convertirla en un guiñapo, siendo atacada su identidad corporal, haciéndole sentir incapaz de llegar al canon de belleza establecido, y que se supone que sólo puede aspirar a eso a lucirse para con los hombres, porque es lo único para lo que ha venido a este mundo. Esto provoca odio hacia nuestros cuerpos, hacia nuestras carnes, hacia nuestras vísceras. Precisamente eso se pretende que seamos nosotras mismas las que ataquemos a diario nuestras propia identidad.

 


Y nuestra VOZ DE MUJER ¿Dónde está? No se oye….Hermanas llegó nuestro momento, tenemos que tomar nuestra voz y gritar echando serpientes y musarañas, tenemos que dar vida a nuestra garganta que se conecta directamente con nuestra identidad. Nos han robado la identidad.
¿Qué somos las mujeres? ¿Qué queremos ser a partir de ahora?

Recuperemos nuestra identidad y sobre todo nuestra libertad para ejercer nuestra feminidad. Feminismo es mucho más que luchar por nuestros derechos, es luchar por nuestra identidad, nuestra dignidad, nuestras ideas, nuestros sueños, nuestras creaciones y nuestro amor hacia nosotras mismas. Nunca la mujer ha estado tan silenciada teniendo tantas posibilidades de hablar como ahora.

 
Y se lo debemos a todas esas mujeres que ya no están, que se dejaron la piel y la sangre en la lucha y en la revolución  contra lo establecido por el poder, por el patriarcado que iba contra la naturaleza y la esencia de la mujer que no es otra que la esencia de la Madre Tierra.
 
Por todas estas grandes mujeres, por nosotras mismas, por nuestras hijas, por nuestras nietas y también por los grandes hombres y nuestros hijos y los hijos de sus hijos, tenemos que mantenernos firmes contra todo aquello que atente contra nuestra naturaleza femenina.

Porque hoy en día necesitamos más que nunca que lo femenino hable, que lo femenino se manifieste y se materialice. No nos podemos permitir permanecer calladas, siendo víctimas, siendo objetos, siendo cosas….Tenemos que tomar las riendas de nuestra vida. Luchar por nuestra libertad que es un valor que está ahí al alcance de nuestra mano. Nadie nos la va entregar si no somos nosotras las que nos entregamos a ella.

 

 
Libres, con identidad, fuerza y dignidad junto con nuestros compañeros, podremos hacer de este mundo un lugar mejor, un lugar con más amor y menos odio.