Sangre contenida.
No logra fluir por entre mis piernas.
No nutre la tierra.
Madre Tierra me llama.
Mas la herida aunque sangrante
estéril es su fluido.
Pide avanzar, llegar a ser sabia nutriente.
Si retengo no libero, estanque en mi útero.
Si no suelto, herida estéril, sabiduría perdida.
Mi mensaje no se transmite, si no suelto.
Madre Tierra me llama.
Despertar, liberar, soltar, aflojar acorazamientos.
Muros y miedos derrocar.
Alas desplegar y así libre aullar.
Como loba blanca polar.
Libre vuelo,
desgarro el velo.
Sangre roja, sabia de vida.
Con este pequeño poema escrito con el alma es como quería empezar este blog que quiero dedicar a todas las mujeres y también hombres que se sientan identificadas/os con la necesidad de que las mujeres nos empoderemos. Las mujeres, como los hombres, tenemos poder interno que necesitamos sacar. Pero para ello primero es imprescindible encontrarse con él, descubrirlo, aceptarlo y conectar con él para finalmente integrarlo en nuestra vida.
Lo cierto es que desde hace tiempo vengo notando una gran desconexión de las mujeres con nuestra esencia femenina y con nuestro cuerpo de mujer. A diario nos vemos ahogadas por multitud de condicionamientos sociales y culturales que se encargan de hacernos perder la noción de quienes somos, dónde estamos y qué queremos. Una vez perdida la noción el bombardeo mediático ha conseguido su propósito que no es otro que desidentificarnos generando un prototipo de mujer ideal que alcanzar. Por aquí nos atacan actualmente en el mundo occidental. Ejercen tal violencia que como mujeres hemos olvidado la manera de conectar con nuestro cuerpo, yendo contranatura, contra nuestra propia esencia y adoptando actitudes y comportamientos que no nos corresponden.
Por tanto, después de años de lucha por conseguir nuestros derechos y por la igualdad, nos encontramos en un momento en el que nos sentimos perdidas y no sabemos cuál es nuestro lugar. Y es entonces cuando se dan los primeros síntomas, el cuerpo nos avisa de que ese camino que llevamos no le beneficia y como es muy inteligente nos avisa una y otra vez. No hacemos caso a nuestro cuerpo, estamos desconectadas de nuestro ciclo, no tenemos conciencia de nuestro útero y de la tensión que hay en él. La inteligencia corporal nos habla. Desea entrar en conexión, que le escuchemos.
¿Cómo hacer esta conexión?
Es un camino de baldosas rojas, que paso a paso, nos brinda la posibilidad y oportunidad de conocernos por dentro y por fuera.
¿Cómo hacer dicho camino?
A través del empoderamiento, que para mí es potenciar nuestras capacidades y fortalezas, descubriendo nuestro poder interno, reduciendo el nivel de vulnerabilidad femenino y aumentando nuestra autonomía y responsabilidad con nuestra vida. Mujer empoderada es aquella que interioriza su poder y lo pone en marcha: descubriendo todo su potencial adquiriendo automáticamente la capacidad de cambiar y crear su propia vida.
¿Cómo empezar?
A través de la sabiduría de nuestro cuerpo. Conocer nuestra naturaleza cíclica, tomando conciencia de nuestras menstruaciones y de nuestro cuerpo femenino.
Os animo a recorrer este camino que os desvelará el PODERÍO FEMENINO que guardáis en vuestro cofre secreto y que espera a ser descubierto para desprender todo el aroma de mujer que envuelve tu ser.
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