Hoy mientras leía en diferentes blogs de maravillosas mujeres, justo en la "caja tonta" emitían un programa basura donde se exponen casos extrajudiciales, en ese momento no podía sentirme más indignada. El asunto objeto de litigio tenía como protagonistas a una jefa - empresaria y una empleada. Esta última denunciaba a la primera por discriminación al no haberla ascendido a un puesto de ejecutiva por el mero hecho de ser mujer. La empresaria argumentaba a su favor que había ascendido a un hombre porque son mejores y están más cualificados para puestos de mayor responsabilidad porque una mujer cuando es madre ya no puede cumplir con las responsabilidades y obligaciones de altos cargos. ¡¡¡Vergonzoso!!! (Claro ahora entiendo las mujeres no pueden asumir responsabilidades de altos cargos pero sí altas cargas de todo tipo). Una mujer tirando tierras contra su propio género, sin hacer el menor ejercicio de reflexión y comportándose como si de un hombre se tratase. Si las mujeres repetimos el esquema patriarcal una y otra vez ¿Cómo va a cambiar el paradigma? ¿Cómo pretendemos empoderarnos?
Pero el tema no fue a más, no se quedó en que la empleada tuviera que demostrar que estaba cualificada y que la maternidad no es una lacra para la sociedad, si no que además había que oír a ciertas personas "opinadores" o "tertulianxs", no sólamente de sexo masculino si no también tristemente femenino, exponiendo de manera muy vehemente y sin mucho fundamento como las mujeres no podemos asumir estos puestos de responsabilidad. Con sus "sabios" argumentos estaban replicando una y otra vez patrones que creía ya obsoletos sobre todo en lxs jóvenes.
Y ahí estaba yo, con la mandíbula a punto de descoyunturarse, viendo atónita como personas de mi generación de los 70, se habían quedado ancladas en esquemas antiguos, dando por supuesto que el mejor sistema es el actual, que está establecido por los hombres, y que las mujeres fallamos una y otra vez y que no valemos como ejecutivas desde el el momento que no podemos atender debidamente las obligaciones laborales por nuestras obligaciones maternales que nos impiden las primeras. Jóvenes y mujeres planteando la incapacidad femenina para puestos de alta dirección, para el liderazgo y poniendo como impedimento el hecho de que la maternidad nos hace salir de reuniones importantísimas y otras barbaridades del mismo pelo. Si es que me está bien empleado por ver la tele. Me consuelo creyendo que dar credibibildad a estas personas contratadas por una televisión que vende carnaza no es muy inteligente por mi parte, sin embargo tristemente es un reflejo de la sociedad, de lo que subyace en muchxs de nosotrxs y que no es otra cosa que pilares consistentes de patriarcado que no hacen sino tratar a la mujer como una ciudadana de segunda. Lo sorprendente es que continuemos hablando de igualdad, si es así es porque no está integrada en nosotrxs y mucho menos en la sociedad.
Y ahí estaba yo, con la mandíbula a punto de descoyunturarse, viendo atónita como personas de mi generación de los 70, se habían quedado ancladas en esquemas antiguos, dando por supuesto que el mejor sistema es el actual, que está establecido por los hombres, y que las mujeres fallamos una y otra vez y que no valemos como ejecutivas desde el el momento que no podemos atender debidamente las obligaciones laborales por nuestras obligaciones maternales que nos impiden las primeras. Jóvenes y mujeres planteando la incapacidad femenina para puestos de alta dirección, para el liderazgo y poniendo como impedimento el hecho de que la maternidad nos hace salir de reuniones importantísimas y otras barbaridades del mismo pelo. Si es que me está bien empleado por ver la tele. Me consuelo creyendo que dar credibibildad a estas personas contratadas por una televisión que vende carnaza no es muy inteligente por mi parte, sin embargo tristemente es un reflejo de la sociedad, de lo que subyace en muchxs de nosotrxs y que no es otra cosa que pilares consistentes de patriarcado que no hacen sino tratar a la mujer como una ciudadana de segunda. Lo sorprendente es que continuemos hablando de igualdad, si es así es porque no está integrada en nosotrxs y mucho menos en la sociedad.
Parece que ahora con la crisis la brecha de la igualdad entre mujeres y hombres empeora sobre todo porque la situación económica, social, laboral....que cae primero es la nuestra. Lo peor es que creemos vivir en un mundo maravilloso en el que existe igualdad entre ambos sexos, sólo hay que remitirse a las leyes que tanto nos "apoyan", sin embargo no es más que una pantalla o un velo tras la cual está escondida la ignorada realidad de la que no se puede hablar por ser políticamente incorrecto, así nos se nos mantienen calladas y dormidas en ese creer y considerar que ya hemos avanzado mucho. Además debemos estar muy agradecidas a este sistema pues es dador de muchos derechos para las mujeres. Esto nos pone en una situación muy difícil de mujer deudora, de sujeto pasivo, que recibe y que por tanto debe. Pues no es así, esta crisis nos va a abrir los ojos porque nos hace ver a diario injusticias derivadas precisamente de esta desigualdad.
Pero el remate final, fue el de la arbitra que dictaminó un laudo neutral un tanto extraño, desviando el tema de la igualdad y defiendiendo a los empresarios/as como emprendedores e invitando a las mujeres a que sean emprendedoras. Mujeres, madres y emprendedoras: guau!!!!! Eso es lo ideal y deseable. Pero cómo hacerlo realidad si ni siquiera entre nosotras mismas nos ponermos de acuerdo ni nos apoyamos, no tenemos una estrategia común. Los hombres lo tienen mucho más fácil ellos tienen una estrategia o plan de acción claro: el patriarcado. Sin embargo en nosotras hay una gran escisión: las que siguen al patriarcado consciente e inconscientemente y las que no. No obstante todas tenemos algo en común que es un poso subyacente en nuestro código genético acerca de la dominación masculina que se desvela en nosotras a cada momento.
Volviendo a la tristeza que me invadía al ratificar que seguimos igual que siempre y que aún tenemos muchísimo trabajo por hacer, que como dice la autora María del Prado Esteban en su conferencia http://www.youtube.com/watch?v=CZEc5Tpshbg, llamada la destrucción de lo femenino, las mujeres tenemos que ponernos en marcha y empoderanos, para lo cual necesitamos trabajar en nosotras mismas, asumir responsabilidad, por lo menos la de nuestra vida y pasar a ser sujetos no objetos.
Por tanto, esto es una llamada a las mujeres para que nos pongamos en marcha y no caigamos una y otra vez en las redes del sistema actual que nos vende una falsa igualdad sustentadas legislativamente. Reconozco que no es tarea fácil pero nos lo debemos a nosotras mismas.
Desde aquí quiero reconocimiento la labor diaria de todas las mujeres de antes, de ahora y de siempre que han confiado en sí mismas, en su poder poniéndose en marcha y planteándose otros modelos diferentes al impuesto dándole voz y forma a su sentir y a su pensamiento, por pequeño que haya sido, sea y será el gesto. Cambiando una misma cambia el entorno que nos rodea. Tenemos un reto importante entre manos que tenemos que emprender entre todas. Veamos esta gran crisis como una oportunidad para crear desde cero algo nuevo y sobre todo algo desde nosotras. Pongámonos las pilas, empezando por nosotras mismas, descubriendo en nosotras lo que hay del patriarcado para poco a poco ir soltando modelos y patrones, y sobe todo, confiando en nuestro poder.
La semilla es el inicio de algo hermoso.
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