No soy madre, y siendo sincera conmigo misma, añoro y deseo serlo con todas las fuerzas de mi vida, no se si es fruto de un constructo social, de una creencia que se me ha grabado a fuego o parte natural de mi instinto como mujer mamífera. Quizá sea un batiburrillo de todas ellas y muchas más las que me impulsan a serlo.
Siento un revoltijo dentro con este tema, no tengo muy claro qué hay en mí de puro y qué hay en mi de influencia externa, pero a estas alturas me da igual. Soy mujer, con 37 años (casi 38), me siento feliz con mi cuerpo, con mi ser, con mi alma y además quiero engendrar vida. Crear vida en mi y para el mundo. Puede sonar antiguo y no progre, pero me da igual, porque creo que tiene que ser cada una de nosotras la que defina su propia maternidad, no permitir que nadie le defina cómo ser o no ser madre. Hay tantas opciones como mujeres pueblan el planeta. Desde hace tiempo no paro de pensar en los millones de niñas, adolescentes y mujeres adultas que no tienen opción de elegir, la maternidad les viene impuesta. Eso si es terrible. Por todas ellas y por nuestra suerte (dentro de lo que cabe porque aquí estamos presas de otro tipo de cadenas más sutiles) les debemos respetarnos las unas a las otras, dar cabida a cuantas opciones, opiniones y experiencias haya, una por cada mujer.
Jamás me atreveré a decirle a una mujer que es lo que tiene que hacer con su cuerpo y si es más o menos mujer por ser o no madre, o por parir de una u otra manera, o por llevar falda larga, corta o pantalones, o por llevar o no ropa interior...Si que lucharé porque cada una de nosotras y porque nuestras hijas puedan elegir, puedar ser y expresarse libremente y puedan decidir, con el apoyo de una red de mujeres y hombres solidarios y comprometidxs. Quizá sea una soñadora pero me encanta creer que cada segundo tenemos la oportunidad de crear y cambiar nuestra vida.
Imagen extraída del cortometraje denominado SER O NO SER MADRE |
La maternidad no nos define como mujeres, considero que la maternidad es una condición biológica-innata más, somos mamíferas y tenemos la oportunidad de engendrar vida porque estamos diseñadas para hacerlo, pero creo que podemos engendrar vida de muchas maneras, a veces sin necesidad de parir una criatura.
Sea como fuere, soltemos lastre, tensiones, luchas entre nosotras y centrémonos en generar círculos de apoyo y redes en los que haya cabida todo tipo de opciones y de debates. No es un tema fácil porque en él se inmiscuyen los gobiernos, los intereses económicos de las grandes empresas y las diferentes organizaciones religiosas. Además nos toca desde muy dentro, directamente al úterom y lo relacionamos con la falta o coartación de nuestra libertad. Nos toca redefinirnos y reinventarnos. No permitamos que nos definan otros ni que decidan qué y que no es una mujer, o qué es o no es una madre. Nuestro cuerpo es nuestro y por ahí empieza la revolución, apropiándonos y responsabilizandonos de él.
No creo que tengamos que enfrentarnos de manera fiera entre nosotras ni enarbolar otra bandera que no sea la de nuestra propia libertad de ser y de expresarnos desde nosotras mismas, con la menor contaminación posible del exterior.
Seguiré y seguiremos a vueltas con el tema de la maternidad....eso es lo hermoso que las cosas se muevan y no crear estancos. El movimiento nos da aire, vida y libertad.